Comienzan a caer las primeras gotas en Martínez Vigil de Oviedo. Una calle que representa el sentir por la música en la capital del Principado. La cita de hoy me lleva directamente a La Salvaje, cuyo nombre me encanta… Casi tanto como el local y su amplia programación de conciertos.
Me doy prisa. No quiero mojarme ni hacer esperar a los protagonistas del reportaje de hoy. Un reportaje con olor a pólvora como los voladores. Ese es el nombre del disco que se presentó el pasado 20 de mayo aquí, en este mismo escenario. Me voy a La Salvaje con Alberto & García.
Un sofá, nos tomamos algo y Alberto García (voz), Álvaro Masó (guitarras eléctricas y coros) y Dámaso García (batería) comienzan a decirme lo contentos que están. El brillo de sus miradas delata ilusión. Faltan dos componentes más; Cristian Leiva (bajo) y Víctor Gil (lap steel, dobro y guitarra eléctrica). A Víctor le conocen como Bicho, y «amenaza» con presentarse en cualquier momento, ya que está trabajando en la planta baja del local.
Voladores, es un término que empleamos en Asturias para referirnos a la pólvora que señala el inicio de una fiesta o celebración. Su intenso sonido nos marca desde niños. El cantante del grupo, Alberto, lo define así:
«Los Voladores es algo muy asturiano. Para nosotros representa el verano… Es celebración pero con un punto de tristeza que recuerda a las fiestas italianas.»
«Voladores» es un disco audiovisual. Cada ejemplar es único, ya que han puesto una etiqueta de dymo en la portada. Han tenido que abrir uno por uno y teclear cada letra… Una labor artesanal que les ha llevado semanas. Muestra de las ganas, originalidad y cariño que han depositado en su nuevo trabajo.
«La próxima vez, haremos las portadas a ganchillo…»- comenta entre risas Dámaso.
Puede tratarse de una broma, pero lo cierto es que estos chicos se atreven con todo. Hace años, en una entrevista para Los 40 Principales, descubrí que en cada proyecto que realizan dan un paso más. «Voladores» es sin duda su trabajo más ambicioso.
Junto a a las diez canciones, encontramos un documental. Audio y vídeo que huyen del estudio convecional. Todo, absolutamente todo está grabado en directo.
«Técnicamente es lo mas complejo que hemos hecho hasta ahora. Grabar en El Sueve no es un lugar cómodo, es un terreno hostil y eso lo hace más ambicioso. Queríamos ofrecer algo diferente.»- confiesa Alberto.
Me lo estoy imaginando… Músicos que cargan con sus instrumentos por la montaña, con un generador a cuestas… Es inevitable que sienta deseos de averiguar cómo surge esta brillante locura.
«Todo comienza cuando conocimos al equipo de Moonlight. Habíamos trabajado con ellos en una serie que se llama “Malditos Domingos” (formato reducido de lo que hemos hecho). Nos gustó la experiencia y ahí surgió el germen de este aventura.»- dice Alberto.
Para un proyecto de este calibre necesitaron ayuda, el crowfunding les facilitó el camino hacia su sueño. Grabar cada canción en un lugar diferente, en plena naturaleza del oriente asturiano y a la antigua usanza.
Una casa indiana perteneciente a la familia de Alberto y ubicada en el pueblo de Libardón fue el escenario principal del disco. Allí convivieron durante tres días el equipo que ha hecho posible este original proyecto de canciones acompañadas de vídeo. Imágenes que muestran la magia de Asturias. La cercanía del mar y la montaña. El derroche de belleza de las distintas caras de una misma región.
Tuvieron que cuadrar agendas y desplazar a todo el equipo audiovisual desde Madrid. Tan sólo 72 horas para hacer un disco y exprimir cada segundo.
«No pensamos mucho sí tener tres días para grabar un disco era presión o motivación… Nos dejamos llevar por la ilusión.» – dice Dámaso con sonrisa XL en sus labios.
«Trabajamos más de quince horas al día… Grabábamos un tema por la mañana, otro por la tarde y otro por la noche. Al final éramos una gran familia»- cuenta Álvaro.
Tres días del mes de septiembre destinados a la grabación de «Voladores», pero las labores previas de producción y postproducción les han llevado meses. Por eso, hasta el pasado 6 de mayo no ha visto la luz.
«Ha sido mucho trabajo, pero también supone mucho orgullo. En el documental hay fallos que se ven, pero no queríamos ocultarlos. Es la frescura que deseábamos mostrar. Un resumen de lo que somos.» – comenta Alberto.
«Es algo totalmente distinto a lo hecho hasta ahora. Siempre hemos grabado en un estudio y en búsqueda del sonido ideal… Esta vez ofrecemos la frescura del momento.» – asegura Álvaro.
En esa frescura encontramos cencerros de vaca, gallos cantando, viento, el romper de las olas. Todo eso está presente en «Voladores». Para adaptarse a un entorno tan natural y rural, ensayaron intensamente sin escucharse y guiándose por los labios. La compenetración de una banda en estado puro.
Bicho, se une a la charla. Se ha escapado unos segundos para saludar y recordar los inicios del grupo. Llevan juntos unos diez años. Aunque Dámaso y Alberto, primos y esencia de la banda, comenzaron hace catorce.
En todo este tiempo, ha habido idas y venidas de los componentes pero el buen rollo y ambiente familiar siempre les ha vuelto a unir.
Son grandes aventureros como sus discos. Sienten debilidad por los desafíos. En el 2010 Sony Music publicaba su EP «Exiliados”, producido por el genial Paco Loco. Cuatro años después llegaba “Ley de Gravedad”, como premio del concurso nacional de RNE “La Removida”. Junto a «Voladores», suman tres discos oficiales y posteriores a la primera grabación que Dámaso y Alberto realizaron en Madrid acompañados de grandes músicos (el percusionista de Paco de Lucía y el guitarrista Carlos Raya). Un trabajo que no llegó a editarse y que les hizo tomar cierta distancia con el mundo de la música.
«Sufrimos un desencanto. Eso nos alejó de los estudios. Tocábamos muy poco… «Exiliados» sirvió para reconciliarse y regresar con más fuerzas. Nuestro primer disco nunca salió al mercado, y el segundo fue un EP. Creo que en definitiva tenemos una discografía un poco bizarra.” – confiesa Alberto.
Bizarra o no, su discografía cuenta con una joya de la talla de «Voladores». Una obra audiovisual que ha recibido el apoyo de aquellos que creen en la banda casi tanto como los propios miembros. La magia del crowfunding permite que fans de distintas partes del planeta se unan y pujen por un sueño.
«Tenemos fans en Polonia y en Suecia y eso es algo que nos hace mucha ilusión.»- comentan entre ellos.
Sonidos de cumbia, swing… Alberto & García se atreven con todo. Aseguran que es el disco en el que más identificados se sienten y que hay aspectos de su primera maqueta que aún se mantienen. Conservan su esencia y admiten ser músicos que escuchan de todo. Tienen claro que la música en esencia es mestiza.
«Cuando estamos en la furgoneta suenan canciones que van desde Rubén Blades a Led Zeppelin. Es una ventaja, porque gracias a ello todos hemos conocido mucha música.»- me cuenta Álvaro.
«Si eres músico no te puedes cerrar en banda, eso va en contra de ser músico.»- afirma Alberto.
El grueso de la estructura de las canciones las hace Alberto. Él lleva el peso pesado en el apartado de la composición aunque me confiesa que el resto de la banda las va tallando. La canción la hace el grupo. ¿Y en qué te inspiras Alberto?
«En el amor, en el sentido más amplio y respetuoso de la palabra. Amor de amistad, de pareja…. Ese es el terreno base. Para mi todo es susceptible de ser inspirador. Además me encanta la poesía y uno de los terrenos en los que más me muevo es en la metáfora.»
El resto de la banda considera las letras de Alberto optimistas, positivas y como un sello de identidad propio.
Aunque en este último trabajo hay canciones que no lo son tanto…
«Tenemos un bolero que podemos definir como un drama imposible, pero es algo intencionado.»- cuenta Alberto.
Una cumbia bautizada como «Avalancha» es la carta de presentación del álbum. El pasado 29 de abril pudimos escuchar el disco al completo en plataformas digitales.
«Hemos hecho un objeto físico que tiene su valor y quién lo aprecie se hará con él. No es incompatible consumir música digital con comprar discos.»- asegura Alberto.
Un universo de elementos es lo que hayamos en los «Voladores» de Alberto & García. Emanan ganas de contarle al mundo como son, como sienten, como piensan y como tocan. Ahora queda disfrutar de sus directos, dónde quizás no haya explosiones de pólvora, pero sí derroche de pasión y voladores en forma de canción.
Las próximas citas son:
3 junio, en Vegadeo junto a Pablo Moro & Los Chicos Listos y Silvia Quesada
4 junio en formato acústico en Bloggevers (Oviedo)
10 junio, en la Sala Maravillas de Madrid
25 junio, junto a Rozalén en las Fiestas de San Juan de Mieres
FOTOGRAFÍAS: Raul Muriel